martes, 22 de noviembre de 2011

Programa nuclear iraní ¿Inicio de la tercera guerra mundial?


Irán, una nación que significa “tierra de arios”,  una nación erróneamente vista por algunos como una nación árabe, una nación en donde se han llevado a cabo varios conflictos internos en el pasado, una nación en donde las relaciones con Israel y Estados Unidos e incluso sus hermanos los saudíes, no siempre fueron tan coloridas.
Irán, lugar de nacimiento del antiguo imperio persa, se encuentra en una polémica internacional debido a su programa nuclear con fines pacíficos, debido a que se le ha señalado de “estar intentando construir armas nucleares”.

Hoy en día se están llevando a cabo sanciones brutales en contra de la república islámica, se ha suspendido cualquier tipo de ayuda financiera del banco mundial así como cualquier operación de bancos europeos con el banco central iraní, se ha suspendido la compra de petróleo iraní en casi todas las naciones europeas y demás países pro-occidentales, sin olvidar las amenazas militares recibidas constantemente. Todo esto para hacer que la república islámica cierre su planta nuclear, pero ¿por qué México tiene derecho de tener una planta nuclear (de hecho 2) e Irán recibe sanciones abusivas y montoneras por parte de la comunidad internacional?, ¿Qué está pasando?
Remontemos un poco a eventos anteriores para poder darnos una mejor idea acerca de dónde surgió esta polémica del programa nuclear.

En pleno panorama de la guerra fría, Irán (más específicamente el Shah Mohamed Reza Pahlevi) había consolidado su postura pro-occidental tras el derrocamiento del primer ministro de Irán Mohamed Mossadeq en 1953 por querer expropiar el petróleo para los iraníes y expulsar a BP al igual que otras empresas petroleras extranjeras. Posteriormente Estados Unidos consideró a este país lo suficientemente amistoso (controlable) como para poder concebir que en un momento dado, este pudiera tener armas nucleares y así constituir una amenaza próxima para la Unión Soviética.  En 1959 se estableció el centro de investigación nuclear de Teherán, el cual fue equipado con un reactor de investigación nuclear de 5 megavatios cuyo funcionamiento entró en vigor en 1967, adivinen por quién fue donado… es correcto por los Estados Unidos de América.


Sin embargo, Irán (todavía gobernada bajo el Shah) ratificó el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares en 1970 por lo que abandonó la posibilidad de construir armas nucleares. Para 1974, Reza Pahlevi declaró que “El petróleo era un material sumamente noble, demasiado como para quemarlo” por lo que se dieron a la tarea (pese a que eran grandes sustractores de petróleo) de generar 23,000 megavatios de electricidad para proveer energía alterna usando estas plantas nucleares, para ese entonces ya se construía la primera planta. El apoyo durante los años 70’s por parte de Estados Unidos fue constante, presidentes como Gerald Ford daba ordenes de venderle instalaciones de extracción de plutonio a Irán, mientras Henry Kissinger firmaba acuerdos de cooperación para la venta de equipos para el desarrollo de energía nuclear, alegando que esto traería beneficios multimillonarios a empresas estadounidenses.
Es difícil imaginar, teniendo en cuenta los acontecimientos presentes, que Estados Unidos fuese gran amigo y aliado de Irán, ahora me pregunto, ¿qué fue lo que pasó para que todo esto se perdiera para siempre? La respuesta es simple: 1979.

Este año paralizó al país y al mundo entero, la gente, cansada (aparentemente) de la oligarquía y del empobrecimiento continuo a costa de la burguesía en Irán, orquestó lo que vendría siendo la revolución islámica de 1979, en el que fue expulsado el Shah de su cargo y de su país e impuesto, a partir de un referéndum, la república Islámica de Irán.
Esta situación no le agradó nada a los estadounidenses por diversas razones, ya no tenían a su amigo el emperador títere pro-occidental en la zona, además todo esto en medio de la guerra fría, vaya golpe que recibieron los “gringuitos” y no solo ellos, también la noticia de la creación de una república islámica en la región no eran flores y caramelos para Israel, nación cuyo conflicto con los pueblos árabes se remontaba hasta el día de su creación en 1948. Las relaciones con Estados Unidos e Israel no mejoraron con la guerra iraquí-iraní y tras descubrirse el escándalo Irán-Contra y que se estaba pensando que el conflicto fuera una guerra de desgaste para aplacar a ambos regímenes.

Este apoyo por parte estadounidense al conflicto surge en base a la pérdida de control de la nación persa y sobre todo y más mortificante el hecho de que hubiesen declarado el año de proclamarse como república islámica, el que se continúe con el programa nuclear. La OIEA (Organismo Internacional de Energía Atómica) había creado un programa para apoyar a Irán con asistencia técnica para así contribuir con la formación de expertos locales en el desarrollo de dicha tecnología, esta organización posteriormente tuvo que cerrar este programa debido a la increíble presión por parte de los Estados Unidos justificada en la posibilidad de que armas nucleares puedan caer en manos del régimen Ayatolá. He ahí el origen de la polémica del programa nuclear iraní.

Ahora, sabiendo lo anterior ¿En qué posición queda Irán, quienes lo apoyan y quienes lo desaprueban? Saliendo un poco de las enemistades de la república islámica, es importante mencionar que en 1995, Rusia firmó un acuerdo con Irán para reanudar la construcción de la planta Bushehr I. Además, China proveyó a Irán de gas para el proceso del enriquecimiento del uranio necesario al igual que una planta de conversión entera.
Ok, ya tenemos a Rusia y China en la jugada, estas dos naciones mantienen buenas relaciones económicas y diplomáticas con Irán, al mismo tiempo que son “socios obligados” de los Estados Unidos de América ¿De qué lado verdaderamente estarán?

Tal vez recuerden la invasión a Irak por parte de los estadounidenses en el 2003, que fueron con el pretexto de la existencia de armas de destrucción masiva, para eventualmente no encontrar nada, pero sí sacar el petróleo y fabricar un gaseoducto concesionado a empresas estadounidenses (observen el patrón de apoyo y desapoyo que Estados Unidos ha tenido con las naciones del oriente próximo durante y después de la guerra fría) ¿Acaso la búsqueda de la invasión con motivos ocultos al público será algo similar en esta ocasión con Irán?

 Se preguntarán posiblemente ¿por qué formulo tantas preguntas en mis posturas? Tal vez eso se deba a la intención que tengo de hacer a los lectores llegar a una reflexión en torno a los hechos, o simplemente a la falta de conocimiento de las mismas respuestas de estos planteamientos. Y más confuso aún, ¿por qué yo, un estudiante mexicano de clase media alta, se muestra un tanto “parcial” ante la polémica del programa nuclear iraní y sostengo una postura un tanto anti-estadounidense? No sostengo relación de simpatía por la cultura islámica, ni siquiera me considero una persona anti-estadounidense, aunque puedan existir razones por las qué repudie el comportamiento anti-mexicano por una pequeña facción estadounidense, no es razón suficiente como para buscar la deslegitimización del poderío diplomático-económico-militar que envuelve a Estados Unidos y lo consolida como la aún primer potencia del mundo; lejos de eso, consideró y soy un fiel partidario de la idea de crear lazos cada vez más fuertes con las 2 naciones norteamericanas (siempre resguardando nuestra soberanía y nuestros intereses) para poder alcanzar un nivel de vida cada vez mayor, hablo de REALMENTE sacar provecho de esa relación, que realmente se sienta la sensación de agrado de tenerlos como vecinos, la cual por razones variadas, todavía no se ha sentido al 100%.

Pero a qué se debe mi postura pro-iraní en esta redacción, bueno muy sencillo, ESTOY VIENDO POR LOS INTERESES PROPIOS Y LOS DE MIS COMPATRIOTAS. Cualquier nación por más radical que sea, debe tener el derecho de poder desarrollarse pacíficamente para proveer a sus ciudadanos de una mejor calidad de vida tecnológicamente avanzada y con una sustentabilidad asegurada, “el revocarle a una nación y a sus habitantes el derecho natural de desarrollo e ir más allá castigándola económicamente y aislarla políticamente, no causará más compleja respuesta que la inmediata furia  y resentimiento por parte de dicha nación”.

Irán actualmente cuenta con 17 instalaciones nucleares, además a diferencia de países como Irak y Afganistán, Irán cuenta con 400 naves supersónicas entre cazas y cazabombarderos, capases de despedazar la fuerza aérea de varios países, cuenta con numerosos misiles balísticos “Shahab-3” con alcance de hasta 2,000 km (distancia suficiente para bombardear Tel Aviv) un ejército de 545,000 soldados mas, 11,390,000 de paramilitares y personas que presentaron su servicio militar y se encuentran en capacidades de ser convocados a la batalla. Ahora, no sea ha demostrado que Irán posee o quiera poseer armas nucleares, ¿pero que tal que después de todo esto cambie de parecer? Además quien descarta por completo en el caso de un ataque occidental a Irán, la intromisión de Rusia, China y/o Pakistán (países que tienen relaciones con Irán y poseen armas nucleares).

Los efectos de las sanciones a Irán ya están afectando a todo el mundo con el aumento del precio del petróleo, es por eso que me muestro en contra del intento de frenar el programa nuclear iraní, hasta que no sea demostrado nada contundente que apunte a una posesión de armas nucleares, no es concebible los actos llevados a cabo por Israel, Estados Unidos y ahora la Unión Europea.

sábado, 19 de noviembre de 2011

Narcotráfico, crimen o arma geopolítica?




El narcotráfico, perverso, maldito, es aquella actividad que solo los egoístas e inconscientes practican a costa de miles de vidas para poder llenar sus bolsillos. No puedo creer que los gobiernos no logren erradicar esa práctica tan vil y corrupta. Pero si nuestro presidente Felipe Calderón le ha declarado la guerra al narco, además estamos en proceso de tener presentes a agentes de la CIA, DEA y el Pentágono operando en suelo mexicano, si lo sé, de la CIA, ¿Pueden creerlo?

Lo dicho anteriormente es lo que muy probablemente diría alguna persona en esta nación, cuyo conocimiento y capacidad de análisis se limite a lo superficialmente apreciable sin adentrarse en las fuerzas profundas de los acontecimientos. Para poder analizar este fenómeno social, tendremos que remontarnos a ciertos sucesos que nos dan indicios que esta práctica no se aleja mucho de la geopolítica y el control económico.

Partiendo de la base, el narcotráfico se entiende como "la actividad que induce al cultivo, elaboración, distribución y venta de drogas ilegales" definiendo a los narcotraficantes como las personas que están detrás de estos procesos. Como todo producto, las drogas ilegales tienen su mercado bien definido, el mercado negro, diferenciándose de los demás productos, las drogas ilegales tienden a ser cultivadas, traficadas y consumidas en ambientes clandestinos y violentos. ¿Pero que las hace tan diferentes a los productos legales?, ¿Es que acaso dejan mayor ganancia que la producción de bienes legales? La diferencia entre los productos legales y las drogas ilegales no es tan abrumadora, ni en ganancias, ni en el proceso de comercialización. Ambos mercados dejan ganancias millonarias a sus productores; ambos mercados tienden a generar agrupaciones sociales (corporaciones, carteles/mafias) para poder comerciar en mayor escala el producto maximizando las ganancias; en ambos mercados, los grupos (corporaciones, carteles/mafias) tienden a competir o pelear entre sí para de ese modo poder quedarse con el monopolio de la producción y venta de dicho producto; e incluso, y eso es irrefutable, el mercado de la droga como el mercado de los productos manufacturados tiende a pasar por este siclo: Se produce, cultiva o elabora en los países de tercer mundo, cuya mano de obra es barata para así mantener el producto a buen precio en un mercado competitivo, para posteriormente, ser introducido a los países consumidores y que los mismos clientes sigan creando una demanda para que sean saciadas sus “necesidades”.

Entonces (diría una persona ignorante) el problema está en el sistema capitalista, ya que el mundo globalizado nos ha hecho consumidores y mientras no existan barreras comerciales fuertes, los productores siempre encontraran a sus clientes y esta práctica nunca acabará. Bueno, aunque el argumento anterior contiene una pizca de racionalidad, sigue teniendo cierta falta de sustentabilidad al momento de explicar el fenómeno.
Recurramos a la historia para ver que ha acontecido en torno al narcotráfico, ya que no es cosa de hoy.

Guerras del Opio: A principios del siglo XIX, comienzos del expansionismo imperialista europeo. Los ingleses, habiendo llegado a lo que hoy conocemos como India y Pakistán (en aquel entonces llamadas Indias Británicas) tenían un gran interés de expandir su imperio comercial hacia China. Inglaterra, cuya tradición mercantilista ha sido  notoria, y China, cuya abundancia cultural es inmensa, ya tenían interacciones comerciales. Sin embargo, la insaciable demanda inglesa por productos como la seda y la porcelana, no se comparaba con la poca demanda por parte de los chinos hacia productos occidentales, por lo que este evento ocasionó una pérdida de la plata por parte de los ingleses para estos poder pagar por los artículos demandados. Los ingleses tomaron una muy sabia, pero cruel decisión, hacer a los chinos adictos al opio para poder utilizar ese producto en lugar de la plata como método de comercio. La dinastía Qing prohibió a los ingleses el comercio del opio hacia los chinos, debido a los efectos perjudiciales que estaba causándoles a los chinos, tanto económica como socialmente. Los ingleses aprovecharon esta situación de indicios de sometimiento y le hicieron la guerra a China (en 2 ocasiones) para así poder de una vez por todas, aprovechar el potencial económico y comercial que tenía el territorio chino. Aquí es cuando comenzamos a observar claramente una dominación geopolítica gracias al narcotráfico.

Campos de amapola en Afganistán: Este es un caso no tan hablado por los medios de comunicación, debido a su veracidad incierta ya que entre los involucrados en esto están, nada más y nada menos que los héroes del planeta tierra, los gringos. Afganistán posee condiciones climáticas y geográficas óptimas para el cultivo de la planta de amapola, por lo que, tras la intervención soviética  fallida en Afganistán y el apoyo estadounidense a los afganos, se crearon grandes plantaciones de amapola y numerosos laboratorios para fabricar opio y heroína en este país, en 1987 Afganistán, producía el 40% de heroína existente en el mundo. Sin embargo, cuando los talibanes tomaron el poder en Afganistán en el 2000, destruyeron el 90% de dichos plantíos. Para el 2001, desde la invasión de los estadounidenses y sus aliados, según el Washington post,  la producción de amapola en Afganistán ha aumentado hasta el 2011, aproximadamente 40 veces. ¿Coincidencia?
Ahora si nos ponemos a analizar nuestro caso, ¿Qué es lo que nos está pasando?, ¿Qué hicimos para llegar a dónde estamos?, ¿Qué salió mal? Evidentemente falta una pregunta en estas interrogantes que la mayoría de la población mexicana se hace, la cual sería ¿Quién nos está haciendo esto y por qué?

No analizaré a fondo el caso de Colombia debido a su complejidad y por cuestiones de tiempo y estética, este artículo quedaría muy extenso y difícil de leer por lo cual me limitaré a analizar el resultado que generó la lucha del Estado colombiano en contra del señor de la droga Pablo Escobar y los cárteles existentes. Nuevamente se hace la pregunta ¿Quiénes les estaban haciendo eso y por qué? A esta interrogante le añadimos un nuevo cuestionamiento ¿Cómo está Colombia hoy en día? Bueno, Colombia es uno de los mayores aliados en Sudamérica de los Estados Unidos, durante su combate al narcotráfico tuvieron que trabajar conjuntamente para poder hacerle frente a dicho problema, la venta de armas por parte de EUA a Colombia se quintuplicó durante el conflicto, ambos países temían que los cárteles de la droga no fueran a respetar sus “límites” y se quisieran hacer suyo el control e influencia total del país, Colombia permitió la operación de efectivos del gobierno de Estados Unidos en suelo colombiano ¿Qué resultado trajo? Además de los miles de muertos, Colombia se convirtió en un país satélite y fuertemente apegado a los Estado Unidos, crucial para la contención de Venezuela. Cabe mencionar de igual forma que la droga colombiana representa una altísima circulación de dinero en el mercado interno estadounidense.

Ahora me pregunto, existe acaso algún parentesco en la situación mexicana con la antes mencionada ¿Es que acaso simplemente nos cayó la maldición?

¿Por qué el gobierno ruso, japonés y chino permiten (discretamente) la existencia de los grupos de delincuencia organizada en torno a las operaciones de sus actividades ilícitas?

La estrategia de la guerra contra el narcotráfico en México claramente no estaba basada en erradicar la droga de la faz de la tierra, sino que buscaba otorgarle el monopolio de la droga al Cártel de Sinaloa y al Chapo Guzmán, para que de ese modo únicamente hubiera un único grupo distribuidor con el cual se pueda negociar efectivamente. Se inició esta guerra debido a una guerra previa que tenían los cárteles de la droga entre sí con motivo de ocupación comercial para maximizar sus ganancias, ya que la población mexicana estaba experimentando una incómoda situación, se intentó llevar a cabo lo antes mencionado, lo qué es claro de esto es que no resultó del todo efectivo el plan para otorgar al Cartel de Sinaloa la concesión de la droga y que un personaje tan solo un poco inmiscuido en esta situación (Estados Unidos) terminó metiendo el dedo hasta el fondo del pastel.

¿Por qué razón se metería tanto en el asunto? ¿Seguridad nacional o influencia geopolítica-económica?
Pensándolo bien no suena tan ignorante la explicación de la culpabilidad capitalista en todo esto.